Dicen que lo bueno se hace esperar… así que espero que este post os guste.
Como sabéis este verano tuve la inmensa suerte de visitar los fondos del Museu Valencià d´Etnologia. Esta entrada esta basada en una de las piezas que tuve el placer de consultar.
Desde aquí reitero mis GRACIAS a todas las personas que han hecho posible que pudiera hacer estas entradas, en especial a todo el personal del Museu Valencià d´Etnologia. No me cansare de decir que todo esto no habría sido posible sin su paciencia y su dedicación.
GRACIAS a Xavi, por que siempre esta ahí para ayudarme a resolver dudas.
GRACIAS a Marian por confiar ciegamente en que en que este experimento me iba a salir bien y cederme una tela maravillosa para poder hacer esta entrada.
¡¡Muchas, muchas, muchas gracias!!
Como ya os comente en la entrada de “Un Justillo de Museo” todo esto va de información. Espero que estas entradas ayuden a difundir el amor por la historia etnológica, y en concreto por la indumentaria
Con un poco de suerte, incluso logramos tener en Valencia un sitio en donde se puedan exponer al publico todas las piezas que ahora se guardan en los fondos de nuestros distintos museos.
¡¡Se que hacer prendas con un poco de sentido es mas difícil que simplemente simularlas!! Tienes que saber un poco de historia para poder situar lo que estas haciendo en un contexto, cambiar tus hábitos de costura, practicar otro tipo de patrones… pero cuando terminas tienes “ropa”, no “disfraces”.
A lo que vamos… ¡Un justillo del ¿XIX? en el Museu Valencià d´Etnologia!
Lo primero es presentaros a nuestro protagonista:
Justillo del Museu Valencià d’Etnologia
Colección de Aureli Puig y Rosa Vilaplana. Torreblanca (Castelló). Entrada al Museu Valencià d’Etnologia en el 2009. Indicado en la colección que la pieza en sí proviene del Mas de la Mosquera.
Pieza sin datar
Descripción: Justillo en tela Jacquard de algodón posiblemente con mezcla de lana; Escote cuadrado; Envarado parcial en ambas piezas centrales.
Ubicación: Salas de Reserva del Museu Valencià d’Etnologia
Medidas:
El tamaño real de la imagen es 53cm de ancho x 65.11cm de alto.
Imágenes:
- Exterior:
- Interior:
Detalles:
- Montaje, forrado y envarado de la pala central:
- Técnica de acabado de costuras:
-Un poco de historia:
Antes de ponernos manos a la obra, quiero que entendáis que la ropa, y sobretodo si es popular, tiene una evolución mucho mas progresiva que la ropa usada por gente con mas medios económicos.
Quizás por eso, en lo que respecta a Valencia, hay mucha confusión respecto a “que siglo representa la ropa que se viste”. (Y no os quiero contar si, además, nos metemos en la ropa de uso festivo.)
Seguramente pensaríais como es un justillo es una prenda del “XVIII”, pues sin ser una experta (y en serio me gustaría escuchar vuestras opiniones, arriba tenéis mi contacto) pienso que, por composición y patrón esta prenda es de finales del XIX, principios del XX.
Y me aventuro a decir que el patrón de este justillo es más “contemporáneo” que el que vimos aquí por la evolución de las formas. Este tipo de patrón “redondea” suavemente la parte superior y desplaza la cintura ligeramente hacia arriba, en contraposición con el anterior que fuerza la forma cónica. En términos visuales la zona superior de tu cuerpo se ve más corta.
El blog “bridges on the body” tiene una línea temporal muy interesante que quizás os sirva para ver de lo que hablo:
Que te pongas un justillo no quiere decir que ya te vistas del XVIII, (ni de “huertana”) en el XIX, e incluso en el XX, aun se siguieron usando. Para representar una época y su moda de forma coherente lo principal es respetar sus formas y volúmenes.
¡Al ataque!
En el desarrollo de esta prenda me he saltado varios pasos. Están ya explicados de forma detallada en el post “Un Justillo de Museo“, por lo que si os quedáis con alguna duda, podéis acudir a el como referencia.
Materiales:
- El forro:
El forro de la prenda original, aunque comparte técnicas de costura y ensamblado con el primer justillo que os enseñe, es mucho mas fino. Y casi apostaría que mecánico. Esto nos dice que la tela exterior no necesita tanto soporte, y que la prenda en si, puede que no necesite soportar tanta tensión.
Así que, aunque en teoría podría haber usado un lienzo mecánico más fino y fácil de coser, he vuelto a decantarme por el lienzo grueso casero. Voy a trabajar con un tejido exterior mucho más delicado que el brocado de algodón que usó la prenda original. ¡Mas vale prevenir que curar!
- La tela:
La tela que vais a ver en las fotos es una preciosidad de Garín. Un espolín manual, de nombre “Carpio”, con bastantes años a sus espaldas. Me la ha confiado la dueña para que la transforme en un bonito justillo (con mucho valor por su parte).
Preparativos:
Los mismos que use para mi anterior Post… tomar medidas, desarrollar el patrón para adaptarlo, sacar un primer modelo en blanco… probar el blanco. Hacer las rectificaciones pertinentes y finalmente plantear las piezas para cortar la tela. ¡¡Y aquí ya es cuando me entro la risa!!
Planteando el corte de la tela:
Puede que el ancho de los telares tradicionales fuera más que suficiente para las envergaduras de nuestras abuelas, pero no está la cosa tan clara ahora mismo.
Con la tela en la mesa, los patrones en la mano… pensé ¡¡La hemos liado pollito!!
La solución más aceptable que encontré, respetando al máximo los dibujos, fue esta:
Si alguien tiene una mejor idea, estoy encantadísima que me la muestre… lo tendré muy en cuenta para la próxima vez que me encuentre con semejante tetris.
Como veis no he tenido más remedio que unir las piezas de la espalda en un solo bloque. Nuestro justillo de 6 piezas pasa a ser de 5, pero este cambio no va a alterar la forma final.
Cuando nos pasan estas cosas (la tela no crece, ni se expande… así que hay que adaptarse), tenemos dos opciones.
Falsear la costura (tengo un ejemplo de una prenda antigua que la tiene así), o bien unir ambas piezas en una sola y dejarlo tal cual. Desaparece pues la costura central. En este caso el dibujo es tan bonito y la tela esta tan delicada que he preferido trabajar con la espalda en una pieza.
Ensamblando las piezas:
Pues los métodos de costura que he usado son exactamente iguales a los de mi anterior entrada.
Cosí los laterales y forre…
La tela blanca que veis es una gasilla que se pega con la plancha, muy, muy fina. La tela exterior es extremadamente delicada. Tiene muchos años, ¡Y quiero que siga durando mucho tiempo!
Esta entretela, junto con el forro de lienzo grueso ayudara a evitar que la seda se abra por la tensión, o que se desgarre.
¡También quiero comentaros que en un espolín manual, y más si es antiguo, es más importante el metro que los dibujos. La simetría y regularidad es algo “muy relativo”… medir, medir, medir.
Con las piezas principales ya cosidas llegamos al quid de la cuestión,
La pala frontal:
¡Esta es la razón por la cual existe esta entrada! La pala frontal en este modelo es una pieza fundamental. Su envarado, forma y montaje da a la pieza su funcionalidad y forma característica.
La pieza lateral está cortada al recto hilo, de forma que el escote y la costura con la pala es una línea recta sin ningún tipo de cesión.
En cambio la pala es la que tiene una forma curva a la altura de la cintura, esto redondea ligeramente el torso y eleva de forma suave la línea de la cintura.
Puede que así, en plano y sin coser, el efecto final no se aprecie. Pero una vez puesto, el efecto final de la ligera curva de la costura de la espalda y la forma de la pala envarada hace que al ponerse la prenda si que haya un cambio de formas.
Ensamblando la pala frontal:
Después de ver la prenda, y de estudiar las fotos, mi conclusión es que la pala frontal y la zona lateral son dos piezas independientes y completamente terminadas antes de ensamblarlas.
Así que primero vamos a forrar la pieza de la pala, y una vez forrada, hacemos los pespuntes, y ojales:
La técnica es exactamente la misma que ya os explique, así que un rato largo después deberíamos de tener ambas palas terminadas y con los ojales hechos. Listas para coser.
Si nos fijamos en la prenda original:
Se puede apreciar que la pieza lateral esta cosida por encima de la pieza de la pala, y que el sobrante de forro de la misma se lleva hacia el lateral y después se fija.
Esto viene a ser algo así:
En este punto tuve un “Mayday!”, mi maquina no cogía tantas capas de tela. (Los forros que estoy usando son de lienzo casero, no telas actuales y tienen un grosor considerable).
Tras un rato largo pegándole vueltas, encontré una solución “amigable” y alternativa. Cosí las piezas respetando el montaje original:
Pero cambie el montaje del forro interior:
En vez de usar el forro sobrante de la pala para tapar, que me obliga a que la maquina cosa sobre varias capas de forro, lo elimino de la ecuación y lo cierro a mano tapando el sobrante de tela de la pala. ¡¡Aparcao!!
Ni que decir cabe que si esto lo hiciéramos a mano no tendríamos absolutamente ningún problema. Podríamos respetar al 100% todo el proceso de fabricación de la prenda original. Pero ¡en serio! no quiero asustar a nadie con eso de “hacer todo a mano”… (Aunque a veces pienso que seria más rápido.)
Bueno, ¡Palas listas!, y problema de forrado solventado. Sigamos…
La recta final:
¡¡Estoy emocionada!! A estas alturas nuestro justillo ya está casi terminado… casi, casi. Y ya puedo ver lo bonito que va a quedar.
No están cosidos los tirantes de forma definitiva, ni he abierto almenas… y esto es porque ¡¡La tela no crece!!
Tras una prueba a la futura dueña de esta cosa tan bonita, ajusto tirantes, línea de cintura y a por los detalles finales.
Las almenas:
Quiero recomendaros NO CORTAR NADA hasta que no hayáis probado el cuerpo y tengáis claro al 100% por donde pasa la cintura. Un corte mal dado es casi irreparable sin desmontar todo el tirante. Ni es bonito que se te vea la camisa, ni que el justillo te haga un pliegue. La línea de la cintura tiene que estar en su sitio.
En la pieza original el acabado de las almenas es idéntico al que ya os mostré en la entrada anterior. ¡PERO! después de trabajar esta tela me he decantado por terminar las almenas con estrafort. Creo que ayudara a que la tela no se despeluche, ni sufra, ni se corte en los dobleces.
En una tela “nueva”, puedes perfectamente doblar y forrar, y cuando se desgaste, cubrir con estrafort las zonas deterioradas. Pero esta tela viene delicada de fábrica… así que mejor prevenir que curar.
Envarando la pala:
Como siempre el envarado de la pala ha sido con Margalló para las varas principales y mimbre para el resto.
En estas palas metes las varas por la zona superior, y luego pasas un pespunte para cerrar, y finalmente se cubre la costura con un trozo de la misma tela, o contrastada. También puedes hacer servir piel. (Lo que mas rabia te de siempre que tengas claro que un bies de poliéster brillante, o a lunares no es una opción aceptable.)
En mi caso no quiero usar tela, el estrafort aquí me parece “poco”, así que piel.
Y por ultimo, y mas en este tipo de forrado, es importante “picar” el escote. Que viene a ser darle un punto al forro aproximadamente a 0.5/1cm del exterior, sin que se vea por fuera. Esto asienta el forro y evitar que la tela ceda.
Con esto y un bizcocho… ¡¡Creo que hemos acabado!!
A falta de que lo estrenen, y me den las fotos, de momento creo que lo he conseguido.
Así en el maniquí yo lo veo con la forma correcta… ¡Creo que he logrado hacer una prenda totalmente usable, y respetuosa con el original! Y como era justo lo que buscaba estoy mas que contenta.
¡¡Por cierto, que malo es esto de las fotos!!
Me acabo de fijar que una almena necesita rectificación… Naaaada, gajes del directo, 10 minutos mas y arreglado. ¡¡Nadie es perfecto!! Pero con paciencia, cosiendo y descosiendo, al final todo sale.
Si habéis llegado hasta aquí, ¡¡Espero que os haya gustado tanto leerlo, como a mi desarrollarlo!! .
Por mi parte, sigo teniendo mil proyectos y “0” tiempo, así que si queréis hacer alguna aportación, rectificación… mandarme fotos de prendas antiguas para que vea similitudes o diferencias, (Eso me haría mucha, mucha ilusión) ¡¡Estaré mas que feliz!! Arriba tenéis mi contacto.
Recordar que no soy modista, y hay mil cosas que desconozco. Todo esto que veis es a base de prueba y error, hacer y deshacer. ¡Es lo que, a mi, me funciona! Pero evidentemente seguro cometeré mil errores o fallos, de los que espero darme cuenta con el tiempo, según vaya ampliando mis conocimientos.
Para los que leéis, veis errores y no me decís naaa de naaaa… ¡¡Lo siento!! Hoy por hoy no se hacerlo mejor.
En cualquier caso, no pretendo que todo esto sea dogma de fe… ¡¡Vivir vuestra propia aventura!! (Y si luego me la contáis, eso que me ayuda a mejorar y aprender.)
PD.: Siento que ahora las fotos lleven la etiqueta, pero he tenido un grave problema de hotlinking. Para quien no lo sepa viene a ser que usan las imágenes de este blog directas de mi hosting. Esto hace que el consumo de ancho de banda de la web se dispare, y me tocara pagar más para evitar que se suspenda el servicio. Puesto que nadie me patrocina, ni me paga, ni saco ningún provecho monetario de este site, a partir de ahora, todas las imágenes llevaran marca de agua. Si con esto no disuado a los hotlinkers ya veremos que hago.